miércoles, 19 de septiembre de 2018


“Pido la paz y la palabra” (Blas de Otero)

SOBRE BLANCO, NEGRO Y OTROS TÉRMINOS DE LA R.A.E.
El hispanista británico Stanley Payne habla de la obsesión que en la actualidad existe en España de analizar cualquier acontecimiento presente o pasado desde una triple perspectiva: raza, clase y género, lo que él denomina la santísima trinidad de la corrección política. Y quizás tenga razón. Se critica o menosprecia todo aquello que no entre dentro de estos planteamientos, olvidando otras circunstancias que también han de tenerse en cuenta para la comprensión y el estudio del pasado. Un riguroso análisis debe intentar ser objetivo y, en muchas ocasiones, supera dicha triple perspectiva, máxime porque no pueden analizarse con rigor acontecimiento, actitudes, comportamientos y mentalidades del pasado histórico con los solos presupuestos del presente.
Debido al análisis, en ocasiones simplista, de aspectos culturales, sociales o políticos puede acusarse al lenguaje, sin más, de racista, explotador o machista, sin tener en cuenta el valor histórico del mismo. Es cierto que el lenguaje y, por ende, el idioma ha de adaptarse al momento presente, pero siempre sin anular el significado que en otros momentos tuvo. Sólo de esa manera puede ayudar a entender mejor su evolución.
Viene esto a colación porque con facilidad se pide que se revisen y se anulen ciertas acepciones de algunas palabras, aun a costa de que su eliminación supusiera la incomprensión en un futuro del significado de las mismas en un contexto histórico, social o literario determinados.
Como ejemplo de esto, y meramente a título orientativo, sin entrar en consideraciones o estudios profundos, vamos a exponer el significado de dos términos conforme al diccionario de la Real Academia de la Lengua, blanco y negro. Indicamos solamente los aspectos “extraños o negativos” en algunas de sus acepciones (el número indica la acepción correspondiente). Se copia literalmente.
BLANCO
7. adj. Pálido, generalmente a causa de una emoción fuerte, un susto o una sorpresa. Se quedó blanco del susto.
8. adj. coloq. cobarde (‖ pusilánime). Apl. a pers., u. t. c. s.
11. adj. germ. Bobo, necio. Apl. a pers., era u. t. c. s.
12. adj. germ. Dicho de un jugador: Que por su candidez e impericia, resultaba fácilmente despojado de su dinero mediante trampas. Era u. t. c. s.
13. m. Objeto situado a distancia sobre el que se dispara para ejercitarse en el tiro y puntería, o para graduar el alcance de las armas.
14. m. Persona o cosa sobre la que se dispara o a la que se dirige una acción determinada. Fue blanco fácil de todas las críticas.
NEGRO
8. adj. Muy sucio.
10. adj. Dicho de una sensación negativa: Muy intensa. Pena negra. Frío negro.
11. adj. Dicho de ciertos ritos y actividades: Que invocan la ayuda o la presencia del demonio. Magia negra. Misa negra.
13. adj. Infeliz, infausto y desventurado.
15. adj. coloq. Muy enfadado o irritadoEstaba, se puso negro.
17. m. Persona que trabaja anónimamente para lucimiento y provecho de otroespecialmente en trabajos literarios.
Es cierto que alguna de estas acepciones puede ser reminiscencia del pasado y que en la actualidad apenas se utiliza. Pero es necesario siempre tenerlas en cuenta para conocer la evolución histórica de nuestra lengua. Lo mismo podría realizarse con otros términos. Cada cual juzgue a su antojo, sin prejuicio de la corrección política.